viernes, 8 de octubre de 2004

Hostilidades

Ya os comenté que formé una buena empresa con un mal socio. Lo que comienza mal, difícilmente puede acabar de otra forma que no sea peor.

En su día concebí, ideé meticulosamente y, al final, junto con ese socio, monté una emisora de radio en mi pueblo. Las condiciones iniciales eran: él trabaja y cobra, yo superviso y no hago nada ni cobro, que bastantes líos tengo en esta santa casa. Salimos como un puro cohete, sorprendiendo a propios y a extraños y funcionando a la perfección. Pero hubo un problema: desde mi punto de vista, él se dedicaba a hacer lo que le venía en gana y a cobrar, y a mí me tocó dedicarme a trabajar duro para que las cosas fueran como yo creía que debían ir y a desfacer los entuertos que mi escudero me facía.

Obviamente todo tiene un límite. Me sentí utilizado y no escuchado, mientras él seguía a la suya: a cobrar y a hacer lo que le daba la gana. Para eso, o me quedo solo o me voy. Las conversaciones y discusiones no dieron fruto alguno.

Le planteé que o entraba gente y le ayudaba o yo le vendía la empresa y me iba. Yo llamaría a este momento "comienzo de las escaramuzas". Según mi molesta impresión, este tío hundía la empresa, so pena de que yo estuviera como denodado cancerbero controlando y supervisando todos sus movimientos. Las condiciones iniciales habían cambiado.

Pero el perro del hortelano ni come ni deja comer. La avaricia descomunal, el egoísmo desmedido le hizo pretender seguir cobrando impunemente mientras yo seguía en la sombra controlando los hilos a coste cero. Incluso llamó a su mamá, para que el chantaje emocional surtiera efecto. Se rompió la cuerda.

Hoy comienzan oficialmente las hostilidades. Por mi parte, existe "casus belli". Ahora he decidido venderle la empresa, a él o al mejor postor. O comprar, pero su egoísmo lo enceguece y no le deja, a mi juicio, ver la realidad. Va a ser el rosario de la aurora. Lo veo desde lejos.


Me duele mucho un par de cosas. En primer lugar me equivoqué largamente. Todo ha sido por mi culpa, por creer que él cambiaría y se portaría como un empresario responsable. Por no embarcarme en empresas sólo con aquéllos que tienen lo mismo que perder que yo. Además, un idea que parí, que llevé a cabo y que logré me toca dejarla en manos que, a buen seguro, la hundirán en un tiempo record. Duele que tengas una buena idea y un inútil te la hunda. Por tu propia culpa. Y encima me tratan de traidor, por no mantener el statu quo para que él siga cobrando y se arregle la vida mientras yo coordino todo el cotarro y reparo las vías de agua que me abre cada dos por tres.


Desde aquí le pronostico que va a caer con todo el equipo. Me duele, porque se carga mi sueño y el suyo, y desde aquí digo que él sería incapaz de haberlo montado por sí solo. Y saco un consejo: a medias ni con la mujer.

Gracias por escuchar. necesito hablar con alguien. Y esto no ha hecho más que empezar. Estoy hecho a tragos amrgos, así que uno más...

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