viernes, 23 de diciembre de 2005

Pérez Reverte ha debido de vivir en Segorbe

Daños colaterales en Farfullo de la Torda

Qué peligroso es este país. Qué contaminable de todo, cuando andan de por medio la estupidez, la ruindad o la demagogia. Gracias a la televisión, se multiplican aquí hasta la náusea las modas chabacanas, la jerga de informadores analfabetos, los latiguillos idiotas de políticos y humoristas. Toda gilipollez arraiga, crece y se hace gorda y lustrosa. Imitadísima. Hay que tener un cuidado de la leche cuando abres la boca; todo se manipula y acaba teniendo efectos secundarios. O, como dicen ahora los miles gloriosus, daños colaterales. Entre esos efectos, el nacionalismo tiene algunos especialmente perversos. No podía ser de otro modo cuando se llevan años en primera página y en tertulias de radio. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. Y al final, hasta el alcalde de Villacantos del Vencejo termina copiando a Xabier Arzalluz en su modalidad más pueblerina, esperpéntica y cutre. En España da lo mismo que se trate de tele rosa, ecologismo, Izquierda Unida del payaso Fofó; líneas aéreas y aeropuertos, fuerzas armadas, nacionalismo radical o lo que sea. Casi todo es caspa, y al final acaba igual: en mucha más caspa.

No sé si se han fijado ustedes -imagino que sí-, en esa nueva forma de nacionalismo rampante que se multiplica como setas venenosas. No hablo de los pueblos y las lenguas de toda la vida, que ésa es otra historia, sino de esa fiebre ultranacionalista local, más de andar por casa, que se apropia del mismo discurso para aplicarlo a la fiesta del santo, ala era, a la matanza del gorrino, a la alberca municipal, con el aplauso de docenas de imbéciles e imbéciles. Si uno presta atención a lo que dicen algunos presidentes regionales, consejeros, alcaldes de pueblo, concejales de esto o lo otro, resulta estremecedor detectar ahí, sin rebozo alguno, una adaptación calcada de la insolidaridad periférica más cerril y ultramontana: nosotros y ellos. Ahora todo cristo hace un discurso cantonal, autista. Lo mismo el presidente de la autonomía regional que el alcalde de tal o cual pueblo. Y como no hay Rh a mano, la limpieza de sangre se sustituye por la de opinión: uno es más andaluz, más canario, más gaditano, más burgalés, más de Sangonera la Seca o de Villatocinos, cuanto más ciegamente sigue a los cabestros de su dehesa. Y esa obediencia, que incluye la adopción de símbolos nacionales propios como la Virgen patrona del pueblo, llamar godos a los de afuera o el pañuelo verde que usan las peñas en ferias , está reñida con cualquier crítica. Cualquier disidencia se conviertete en alta traición; en herejía ideológica y casi religiosa. Y a partir de ahí, la eliminación del sujeto -o sujeta, como ya dicen algunos subnormales- se convierte en necesaria. Higiénica. Cualquiera que denuncie los chanchullos de un concejal, la ineficacia de un alcalde, la corrupción de tal o cual ayatolá local, es marcado y proscrito, a fin de que su mal ejemplo no contamine a los ortodoxos, para quienes Farfullos de la Torda -nada que ver con Perales de la Torda, que está al otro lado del río; que cada cánido se lama su pijo- es lo más grande del mundo, con historia, tradiciones e himno propios. Por eso la concejalía de cultura farfullense, por ejemplo, pretende ahora que sea obligatorio estudiar en la escuela la geografía, la historia, los bandos de la huerta y los villancicos locales; y como materia optativa, la lengua propia: el farfullo. Que sería una pena para la cultura occidental que se perdiese; pues los pastores locales han llamado con ella a sus ovejas, que se sepa, al menos desde el siglo III antes de Cristo.

A partir de ahí viene la huida hacia adelante y el enloquecimiento. Todo exquisitamente de manual: de una parte, la limpieza étnica de todos los farfullenses que no tragan; de la otra, la instauración de un régimen populista que recurre al clientelismo descarado para crear una trama de adhesiones inquebrantables. Eso incluye comprar el periódico local con publicidad institucional, tapar canalladas ecológicas de compadres, recalificarle terrenos a los constructores leales, etcétera. Cualquier denuncia de estos monipodios irá automáticamente a la cuenta del antifarfullismo traidor al pueblo, que es la última y esencial patria, y como tal deberá atenerse el delincuente a las consecuencias. De esa forma los díscolos pueden verse marginados, vigilados, denunciados, excluidos de licencias municipales y préstamos de las sucursales bancarias locales, entre otras delicadas represalias, hasta que traguen. E -incluso, si les gusta escribir, quedar fuera de la magna antología Cien Poetas Farfullenses imprescindibles que, prologada por el alcalde, edita el cuñado del concejal de cultura. El mismo que tiene en preparación, con cargo a los mismos fondos, el Diccionario Farfullo-siete onomatopeyas y un verbo-, y preside el Premio Internacional de Novela Farfullos de la Torda. Cuya edición del año pasado, por cierto, ganó él. Con pseudónimo.

Daños colaterales, golfos colaterales. Al final resulta que el problema no son los nacionalismos. El problema es tanto aprovechado y tanto hijo de la gran puta.


Arturo Pérez-Reverte

El Semanal

15 de diciembre de 2002

Un frío que pela

Sigo aquí. Día 23, sin ser millonario y con prácticas hasta las 7 y media de la tarde. Es una larga y gloriosa tradición. Sigo enmarañado en el marasmo de los que vienen y los que se van, alojado en una noche toledana. Un frío que pela mientras veía los campos blancos de escarcha, de rosada, casi como de nieve, durante 20 kilómetros. con charcos llenos de cristales rotos.
Tengo muchas cosas que escribir, como ya os adelanté en la anterior entrada. Pero el miércoles no iba el servidor, y los días están cada vez más turbios y de nuevo necesito tiempo para ordenar mi alma, aunque esta vez sea porque demasiadas cosas ajenas a mi interios han cambiado y amenazan con sepultarme.
Pero estos días me llamó la atención la actitud de los políticos, esa plaga de langosta que está acabando eternamente con este país tan desgraciado. Con los fondos de la UE. 15 ó 20 años recibiendo dinero que trincaban los de siempre; despilfarrando, untando y disparando con pólvora de rey a diestro y siniestro sin pensar en el futuro. El futuro dura 4 años, según ellos, porque los pobres desgraciados, la fiel infantería jamás ha tenido futuro.
Pero lo que tenía que llegar ha llegado, y el grifo se cierra. No sólo eso: tenemos que empezar a contribuir. ¿Pero en qué puede contribuir esta inmensa casa de putas que a veces nos atrevemos a llamar España? No invertimos bien el dinero que vino del frío, y ahora nos vamos a quedar. Nosotros, porque los hijos de la gran puta siguen viviendo a cuerpo de rey.
Pero lo España no me sorprende, he vivido mucho tiempo aquí y sé la calidad del percal. Lo sorprendente ha sido el sentimiento general de la negociación de los fondos europeos. Algo que los científicos y la gente de bien sabemos es que la estrategia óptima para que un individuo sobreviva no es aquella que le beneficia, sino la que además beneficia al grupo. Algo de lo que parece que se han olvidado los gerifaltes europeos. Me han hecho creer que lo que les movía en esa negociación eran los egoísmos nacionales, y no la contrucción de una Europa. En una época en que la humanidad debía empezar a tomar conciencia como especie, como planeta, cada uno arrima el ascua a su sardina. Si tenían razón: lo hispano triunfa.

martes, 20 de diciembre de 2005

Soy padre

El lunes, 12 de diciembre de 2006, vino al mundo Javier, mi hijo. Vino de sorpresa, como a mí me gusta. Y en diciembre, quizá también para agradarme. Fue rápido y todo fue bien. Hemos estado una semana en el hospital y ya ayer lunes llegamos a casa.
Yo decía, antes de que naciera, que no me sentía muy padre. Y era cierto, como también es cierto que ahora sí lo siento; que cambian mucho las cosas cuando te ocurre a ti, cuando entra alguien nuevo a vivir en tu casa. No sé si te cambia la vida, supongo que sí, pero aún no me ha dado tiempo a entenderlo.
Ahora tengo, si cabe, más responsabilidad. O la misma, a fin de cuentas, pero con más preocupaciones. Ahora ya son dos las personas a las que tengo que cuidar y defender y por las que tengo que pelear. Dos personas que, en cierto modo, dependen de mí. Me da mucho miedo.
Me prometí que no iría colgando las fotos en internet, o enviándolas por correo, y sigo empeñado en no hacerlo. Ni tampoco en contar las infinitas, nimias anécdotas que ahora creo que no olvidaré nunca y que pronto se perderán, como lágrimas en la lluvia.
Estoy feliz por mi nuevo hijo, que espero que no sea el último. Pero la avalancha no cesa. No hay descanso, supongo que es la vida. El domingo salimos del hospital y hoy entra mi abuela, que cada día va a menos y no quiero pensar cuánto durará. Aun con el dolor, hay que pelear y detener la avalancha. O al menos intentarlo.

Mucho que contar y tan poco tiempo

¿Qué queréis que os diga? Sin tregua. Ya tenía que tocarme. He sido padre esta semana pasada, así que abandoné esta bitácora para atender tan urgentes menesteres. os lo iré contando. También cómo llegué a sospechar que Pérez Reverte vivió en mi pueblo, cuánto le dan de vida los del PP a este país, asuntos de fe y monjas... Pero la avalancha continúa y no hay tregua. Y de nuevo estoy en un día aciago y perverso en que no hago más que contener el mundo que nos azota con su negro guantelete...

Ya os cuento. Gracias.

lunes, 5 de diciembre de 2005

Caso flagrante


El jueves estuve todo el día como vocal en una mesa electoral de esta inmerecida UV.. Asistí con una sonrisa a la procesión de funcionarios que me habían adelantado en la carrera académica, aunque no sé por qué extraños caminos. Estuve hablando con gente, la mayoría mejor posicionada que yo. Cuando logro sacar el tema entre los poderosos, siempre me compadecen y consuelan, y se escandalizan de mi caso sangrante, de la flagrante injusticia cometida conmigo.
Normalmente suelen ser los mismos que colaron por la puerta de atrás a todos sus amigos y acólitos, pero que no movieron un dedo por hacer un poco de justicia. "Donde hay poca justicia es peligroso tener razón".
A veces me doy miedo cuando por mi mente pasa la idea de llegar a funcionario. Supongo que no pasará nada, y no mandaré a nadie a donde se merece. Pero una cruzada de cables y quizá despierte el monstruo que vive en mí. Y eso puede ser muy, pero que muy divertido.

La tarea de ablandar el ladrillo

Sigo aquí, afrontando este larguísimo puente que puede ser todavía más, batiendome el cobre de nuevo. Siempre en primera línea, como esos corresponsales que viven con la adrenalina a flor de piel, saltando de trinchera a trinchera, de guerra a guerra.
De nuevo se me está saliendo de punto la cabeza, se me va la pelota y empiezo a añorar las vidas que no viví, a renegar de la que ahora llevo. Antaño, esto me causó no pocos problemas.
Todo es una lástima

jueves, 1 de diciembre de 2005

Mesa electoral

Me voy. Con la gran suerte que tengo, me voy a pasar el día como vocal de una mesa electoral para el claustro de esta nunca bien ponderada UV. No sé para qué. Mejor coronar como caudillo plenipotenciario al gran Dan, y que haga lo que hace hasta ahora sin tener que mantener las apariencias. ¡Qué lástima de país!