martes, 1 de febrero de 2005

SGAE

Mal está lo que mal acaba, y este país va a acabar putapénicamente. Ya lo decía ayer, y me vino a la memoria ese ejemplo social, ese dechado de virtudes llamado SGAE.
Creo que a estas alturas nadie duda de la "honradez" de sus argumentos. Este es otro ejemplo de un país que se va a la mierda por la puerta de atrás. El hecho de que los gobiernos apoyen a la SGAE y permitan que roben a los usuarios sólo puede indicar que tenemos el país que nos merecemos. Yo, desde hace tiempo, me he relacionado con la radio, y he sido testigo de las prácticas nazis y de los abusos que llevan a cabo.
Aparte de que me gustaría que se leyeran a Negroponte ("El mundo digital"), si es que saben leer, debían preguntarse algo: ¿por qué la gente piratea?
Quizá las respuestas no sean que somos malos por naturaleza, que lo somos, sino que están ofreciendo al usuario un producto caro y de calidad lamentable. Claro, la gente no es tonta, y ahora la tecnología nos ha hecho más independientes. Aparte de los conceptos filosóficos de si el autor debe seguir cobrando de por vida, creo que si pusieran las películas y la música más baratas, la gente compraría un poco. Si alguien lo consigue copiar a precio ínfimo, sólo pueden ocurrir dos cosas: que la SGAE y los autores ganan a montones, ya que a ellos les cuesta menos que al usuario pirata de a pie, y entonces tienen un morro y una poca vergüenza del cuatro, o es que lo hacen rematadamente mal y son eunucos, digo incapaces de adaptarse a la realidad.
Señores de la SGAE: no hay nada que me reviente más que los caraduras, así que les pueden ir dando. Si algún día se hunden en la miseria, brindaré por ello.

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