lunes, 21 de febrero de 2005

Quién es Rafa

Y ahí está la pregunta. ¿Quién es Rafa?

Descubro que cada vez que hago mi página y escribo ésta la que me define a mí, obtengo cada vez un resultado. Nadie sabemos nunca quiénes somos, y siempres descubrimos secretas estancias en nosotros, en nuestras almas, cada vez que las exploramos por placer o por necesidad. Aun así, contaré una historia con unas palabras bellas en sí, pero gastadas a fuerzas de ser usadas.

Rafa vino al mundo un lluvioso 6 de diciembre de 1968 en una tierra olvidada por los hombres, incluso por los que viven en ella. Esta tierra escribió muchos capítulos en la Historia Antigua, y son capítulos que merecen la pena recordar, pues en aquella época había también aflicción y oscuridad crecientes pero había asimismo mucho valor y hazañas que no fueron totalmente vanas. Quizá algún día te contaré toda la historia o la oirás por boca de alguien que la conozca mejor.

Rafa tuvo suerte en la vida y nada le fue fácil. Y esos ojos vieron cosas que pocos han visto y su corazón recorrió tierras ignotas y mágicas que fueron forjándolo en las fraguas hasta ser lo que es. Todo lo poco que ahora es se lo debe a estos avatares mágicos, crudos y maravillosos. No es bueno contar esas historias y no lo haremos, pero ahí están y vendrán tiempos en que éstas servirán para la vida, pues extraños son los tiempos que se acercan.

Al final Rafa hizo físicas por una serie de casualidades, pero ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos. Al final lo muestra con orgullo, aunque no siempre fue así. Estuvo una temporada en el AIDO, un kafkiano centro de investigación dirigido por una cucaracha que no merece ni siquiera estas buenas palabras. Ahí comenzaron las decepciones, las derrotas y las heridas. Su ligero corazón peleaba y sufría contra un mundo injusto y hostil, pero seguía allí, al pie del cañón, bajo la lluvia.

Luego trabajó para una empresa que lo exprimió, mas lo que allí aprendió no se paga con dineros. Porque aprendió de la vida, y del mal y del bien y muchas cosas cobraron entonces sentido y otras muchas preguntas encontraron respuesta, aunque se plantearan muchas más. Pero un sueño no hacía más que rondar su cabeza y su corazón noche tras noche. Un sueño lejano y maravilloso, un imposible.

Apostó por ese sueño y fue a la Universidad. Fueron y son tiempos duros e inciertos, aunque mezclados con buenos momentos. Lo mejor, los compañeros de viaje que ese sueño ha proporcionado y que día a día caminan al lado. Va por ellos.

Pero la incertidumbre y esta guerra que nunca termina fue minando aquel ligero corazón, que terminó por romperse. La caída era inevitable y las pérdidas cuantiosas, inevitables y muy dolorosas. La frontera del Otro Lado estuvo allí, acechante. De aquello salió otro Rafa, con menos adornos y más fuerte, más poderoso. Aunque muchas cosas se perdieron en el camino o fueron enterradas en las frías y altas murallas que ahora guardan y protegen su herido corazón.

De nuevo tiempos duros que asedian el castillo fieramente y hacen preguntarse si vale la pena. Sí, vale la pena. Hay que seguir adelante; de lo contrario, ¿cuál sería el sentido de este largo y tortuoso camino que se ha recorrido?

Y para terminar, me gusta la música celta y tristona, me encanta leer y escribir y tengo a alguien especial con quien caminar a su lado. Aunque, ¿quién no?, ¿quién no hizo alguna vez locuras por una mujer?


1 comentario:

Serafín dijo...

Me alegro de que, aparte de las cargas, también sepas reconocer las cosas buenas que llevas en tu mochila.
Enhorabuena.