martes, 22 de febrero de 2005

Javier Calpe

Lo conozco desde hace muchos años. Ahora es director de mi departamento. A él, como a muchos otros, esta universidad le ha pagado con la misma moneda.
Quizá nosotros tampoco le hayamos apoyado todo lo necesario. Entono el mea culpa. Pero esta universidad se ha burlado de él en sus propias barbas y lo ha tratado como un guiñapo, y todavía sigue ahí, con vergüenza torera, aguantando el tirón hasta el final.

Ha acabado muy quemado. Ya digo que quizá nosotros, los compañeros de departamento, tengamos buena parte de culpa por dejarlo solo (hay otros "compañeros de departamento" que merecerían colgar por el cuello hasta la muerte en la verga del palo mayor, que van repartiendo suerte a diestra y siniestra) . Pero esta universidad lo ha toreado, engañado, traicionado, defeccionado, puteado y cabreado. Todo por intentar hacer algo útil y con dos dedos de conocimiento.

Sé de buena tinta que está muy quemado, hasta los mismísimos huevos. Con toda la razón del mundo. Pero es que si no hay mártires como él, esto no va a ninguna parte. Excepto esta universidad, que espero que tenga lo que se merece y se hunda en lo más hondo del abismo.

Hoy va por él. Porque, en lo malo y en lo bueno, los ha tenido bien puestos. No se merecía esto, pero creo que a estas alturas ya todos somos mayorcitos para saber que lo que uno recibe de la vida no tiene nada que ver con lo que se merece.

Sus y a ellos.

1 comentario:

F_L_I_N_T dijo...

Gracias por tu postal desde Estigia pequeño Cimmerio!!!

Me he resignado a vivir con ese recuerdo hasta que ocurra lo que tenga que ocurrir.
Eso si que es moral..y no el alcoyano.

Salu2