lunes, 31 de enero de 2005

Bancos, beneficios y propósito de enmienda

Ya lleva algunos días que me ronda la cabeza. Al final, voy a parecer un comunista acérrimo y...
...exacerbado, de los que no razona. Pero es que se me abren las carnes cuando oigo que tal o cual banco (porque han sido más de dos) han obtenido unos beneficios multimillonarios. Lo cual no está mal cuando se trata de una empresa que vende, fabrica o hace algo, que arriesga lo suyo y al final de la corrida te quedan las dos orejas y el rabo, aunque haya sido caro.

Pero estos señores ganan de la usura. No venda nada. Simplemente viven de gestionar un dinero que no es suyo, o de prestar el dinero de uno a otro. Usura. Es vergonzoso que esta serie de cambistas, banqueros y usureros saquen cada uno, limpios de polvo y paja, 3.000 millones de euros de todo un país (o de varios, da igual) como beneficio de explotar a la gente. Nos escandalizamos de los top-manta (bueno, yo no), pero a nadie le importa que todo el país, empresas y particulares, esté trabajando para que esos tíos ganen cifras vergonzosas.
Así nos va a ir, esto es algo que se ve venir, aunque nadie hace nada. Bueno, los políticos sí: ellos son los responsables. O no, somos nosotros por no envirlos a explorar la Antártida en calzoncillos. No sólo por los bancos, sino por todo. Nos estamos argentinizando por un lado, americanizando por otro, cuando en realidad no somos ni siquiera la primera potencia africana.
Llegará un día en que todo, pero todo, se irá a la mierda. Ahora estamos muy inmersos en ella, no nos damos cuenta y la toleramos, pero algún día hundiremos la cabeza en ella. Todos nos escandalizaremos y rasgaremos las vestiduras, y preguntaremos cómo hemos podido llegar a esa situación, y todo será llanto y crujir de dientes para los mismos. Ya dije que la historia, la Historia, es siempre la misma, y siempre lo paga pocarropa.
Hemos tenido tiempo y ocasiones para arreglarlo, así que cuando se vaya todo al garete, a mí no me busquen. A mí, la solidaridad esa que ahora está tan de moda, siempre me ha parecido una capullez como un templo.
Y lo de propósito de enmienda, para mañana.
A Dios vais.

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