lunes, 14 de marzo de 2005

Horas bajas

Estoy con la moral bajo mínimos. Por primera vez en mucho tiempo (11 años ya), estoy arrastrándome por pura inercia esperando que, de una vez por todas, algo salga bien.

Profesionalmente, mañana viene un inspector de Hacienda a revisar un proyecto que dirigí hace 3 años. Tengo la conciencia tranquila, pero no hay nacido de madre al que no le tiemblen las rodillas cuando el fisco te busca las cosquillas. Y, si se lo proponen, te las encuentran. No hay nada que temer, pero una mezcla de rabia y miedo exuda por mis poros. También hace 5 años que perdí el norte. No encuentro tema estable para investigar, y no hay por donde coger esta situación tan incierta e injusta. Voy a la deriva, descentrado y desmotivado Por último en este apartado a, con el sueldo de esta mezquina universidad no llego a fin de mes. No el sueldo de funcionario, sino el de esos contratos basura que me vienen haciendo desde 1995, trabajando a mitad de precio y sin continuidad.

En el plano profesional número 2, que trataba de aportar fondos e ilusión al plano número 1, las cosas no pintan mejor. Mi primera empresa, la radio, que aunque económicamente rentable, todo ha salido putapénicamente por culpa del egoísmo de uno y la falta de dotes sociales del otro. Yo esperaba venderla este fin de semana y acabar con una pesadilla y algo de dinero en el bolsillo; pero al final voy a acabar con otro socio más, sin ver un duro y en la tesitura de ponerme otra vez a las riendas del jamelgo si quiero que ande. Esperaba descansar y me veo peleando otra vez. Suerte que mis trincheras están homologadas. En la empresa nueva, cien mil cosas se siguen confabulando para que todo se demore y la ilusión se mine y no mine y no salga nada adelante. Todo es esperar.

En el plano familiar todo va bien. Hay una pequeña guerra callejera de baja intensidad que duele en horas como esta. Hay errores y decepciones pero se llevan con dignidad.

Y en el plano personal… Hay un tipo llamado Johnny Warrior, que soporta con entereza y estoicismo ejemplares las puñaldas cainitas que le da la vida. Afirma que las personas normales tienen tres vidas: la profesional, la familiar y la personal. La personal es la que dedicamos cada uno a ocuparnos de nosotros mismo, en soledad. No se puede quitar demasiado tiempo a ninguna de las tres para dárselo a las otras. Se necesita un equilibrio, y si se rompe todo acaba por venirse abajo. Pues mi plano personal está muerto. Con los antecedentes presentados, la tranquilidad de espíritu y paz interior es un concepto que hace tiempo que olvidé. No leo cuanto deseo, ni paseo por my mist covered mountains, ni uso el Land Rover, ni tengo soledad suficiente para conjurar mis fantasmas y mis sueños y mis desilusiones, y etiquetarlas y almacenarlas para que no molesten, para que no duelan. No andan bien las cosas.

Y asociado en sociedad con tales socios, se pueden imaginar…

3 comentarios:

F_L_I_N_T dijo...

Tiempos oscuros son estos, verdaderamente,...más siento en el corazón que la tristeza y el desánimo no podrán con La Companía.
Entre tanta sombra todavía hay luz entre los hombres.

Rohan acudirá en auxilio de Gondor!

Serafín dijo...

Suerte para el trámite de hoy. No la necesitas porque tu conciencia está tranquila, pero nunca está de más su compañía.

Busca tu espacio, lucha por él, es necesario para restaurar el equilibrio.

mada dijo...

Gracias. Sus y a ellos