El Rector es mi pastor nada me falta. En verdes pastos me hace reposar y adonde brota agua fresca.
Me conduce, fortalece mi alma, me guía por el recto sendero por amor a su nombre.
Aunque pase por oscuras quebradas no temo ningún mal porque tú estás conmigo, tu baston y tu vara me protegen.
Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios, con aceite perfumas mi cabeza y mi copa rebosa.
Me acompaña tu bondad y tu favor durante toda mi vida, mi mansión será la casa del Rector por largo, largo tiempo.
Yo soy el buen Rector;
el buen Rector su vida
da por las ovejas.
Yo soy el buen Rector;
y conozco mis ovejas, y
las mías me conocen, así
como el Padre me conoce,
y yo conozco al Padre; y
pongo mi vida por las ovejas.
2 comentarios:
ja ja ja , muy bueno!
JAjajajaja
El pastor cria las ovejas para luego esquilarlas...
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