sábado, 1 de septiembre de 2007

El efecto pigmalión

Siempre soñé, en cierta medida, ser capaz como el protagonista de la obra de teatro de cambiar la forma de ser de alguien, para acabar modelándolo a mi imagen y semejanza. Puede que no sea muy altruista o sacrificado, pero no es una de mis cualidades. No soy la mejor persona del mundo, cada vez me acerco más a honorable título de ser la peor. Estoy a pocos pasos de dominar el mundo.

Pero hablando de mujeres competentes y efecto Pigmalión, siempre me he preguntado si hubiese sido capaz de tomar una mujer semi-competente y, tras saciar mi vicio y lujuria (uff, demasiado tiempo); rectifico, tras cierto tiempo comenzar a modelarla para conseguir que sea competente, que se pueda vivir con ella. Suena muy egoísta el tomar una persona y tratar de modelarla a tu antojo y necesidad, pero todos lo hacemos en cierta medida, a todos nos lo hacen, y si existiese una empresa que te ofreciera una mujer a medida (que cada uno extrapole al sexo que más le plazca), tendría una demanda inalcanzable.

No hubiese podido, estoy seguro.

Postdata:

  • Pinchando sobre el título sabréis qué es el efecto Pigmalión.
  • Temas pendientes:
  1. Montar una empresa de proveedores de personalidad.
  2. Dominar el mundo partiendo de esa empresa.

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