Hola de nuevo
He pasado tiempo sin escribir. He andado un poco ocupado. Retomo ahora el asunto.
El principal problema de escribir de esta manera tan intermitente, como el Guadiana, es que olvido los blogs, y toda la pasión y la intensidad con la que suelen aparecer en mi cabeza acaba por difuminarse lentamente por las aceras del tiempo.
Así, por ejemplo, se diluyeron las declaraciones del jefe del BNG, en las recientes elecciones gallegas, en las que lo primero que dijo era que se reconociera a Galicia como nación, y lo segundo era que esto no nos iba a salir gratis. Creo que debemos empezar a darnos cuenta de los políticos que tenemos, de la gente a la que le confiamos esta desgraciada tierra. Eso es amplitud de miras de los políticos, y no lo que hacían en las polis griegas. ¿Aún no os dais cuenta de que esto es una pura farsa, una pantomima? ¿Que esto no es política sino intereses personales? No vamos bien.
También se diluyeron unos momentos mágicos en los que acabé escuchando a Los Secretos como antes lo hacía, y fue bueno para el corazón. Tiempo ha que no tenía esa calma de espíritu.
O el viernes, cuidando el examen de la asignatura que imparto. Pensando que no sería tan mala idea irse una temporada larga, muy larga al extranjero, mandar todo esto a donde se merece y empezar de cero. Uno ya no sabe, es imposible estar seguro, de si esto es mala suerte o es que soy inútil hasta la médula. Quizá empezar de cero sería una solución, encontrar un lugar en el que valoren lo que vales realmente. O simplemente huir y empezar otra vez, cometer de nuevo los mismo errores.
O no recuerdo ya qué entrada en la bitácora planeaba, demoledora y ahora totalmente desconocida.
Tengo que escribir las entradas en el momento en el que las pienso.
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