jueves, 23 de septiembre de 2004

You can't depend on your eyes when your imagination is out of focus

La cita es de Mark Twain. No la he traducido porque no encuentro las palabras adecuadas.

Ayer tarde, casi noche, esa cita tomó al asalto mi cerebro y me mantuvo en vilo media noche. No la recordaba exactamente así, sólo la he recordado cuando la he buscado esta misma mañana. Supongo que, al menos la cita que yo recordaba ayer noche, reflejaba un estado en el que me encuentro sumido hace ya varios años. No sé si ha sido mi arribada a Ítaca, que la he encontrado pobre y harapienta y se lo reprocho incesantemente. A veces dudo, y creo que en realidad el error está en mí, y no soy más que un mero usurpador, un advenedizo que ha llegado por suerte o por empeño, pero sin merecimiento, y ahora las cosas van cayendo por gravedad a sus posiciones de equilibrio.

O quizá haya sido simplemente porque sí, ya que en la vida ocurren demasiadas cosas, tal vez todas, por arte del azar o de la suerte o por la ausencia de ésta. La cuestión es que he perdido la perspectiva. Estoy descentrado y desmotivado, no sé si pagando las deudas que contraje hace tiempo, pagando los errores que cometí en el curso de mi vida.

Tambié, como Bilbo, me siento como un poco de mantequilla que se ha extendido demasiado sobre la tostada. Hay que hacer algo. Pero es muy difícil cuando uno no encuentra la paz interior, el sosiego ni la felicidad. Cuando todas las mañanas se asoma tímidamente desde su trinchera, agarra el fusil y empieza la metódica tarea de defender tu posición. No avanzar, ni tomar aquella colina ni ganar la batalla. Simplemente aguantar el tirón sostener tu posición, arrostrar con oficio (porque a estas alturas es lo único que queda) todos y cada unos de los embates cotidianos con la mayor dignidad posible.

Necesito un descanso. Pero no físico. Necesito soledad, tiempo, libros, música y alguna película. Beber un sorbo de agua de Lete y estar un mes sanando el espíritu, a ver si de una puñetera vez encuentro mi Norte. porque, al fin y al cabo, parece que es lo que he perdido.

No hay comentarios: