Vulnerant omnes, ultima necat ( o "aguantando el tirón")
Mi particular personalidad oscila entre un moderado optimismo y un moderado pesimismo, creo que sin dejar que me dominen, pero sí me atormentan de vez en cuando.
Y hoy, para variar ( o para no variar), es uno de esos días en que te preguntas qué coño has hecho mal. Cómo hay gente que parece que ha caído de pie, con su vida perfecta y envidiable para mí, mientras yo me esfuerzo a mi manera (errónea, por supuesto) y no salgo del marasmo que me ahoga todos los días, unos más que otros.
Y todo son heridas sobre heridas, infinitas laceraciones que me enervan y que me hieren fieras, esperando la última que mata.
Como todos y cada uno de los que leéis esta bitácora, no nos queda sino aguantar el tirón mientras podamos, porque cuando ya no lo podamos aguantar sólo quedará la venida de la parca. Es lo malo que tiene la vida: te obliga a vivirla día a día. No puedes vivirla una semana y tomarte otra de descanso, y pasar de ella y descansar. pero no, el tirón hay que aguantarlo todos y cada uno de los días, las heridas hieren todas, no nos queda sino esperar la última, la que nos mate.
Lo único que nos queda es la inccertidumbre, la esperanzadora incertidumbre de cuándo no llegará la últime herida, la herida mortal y luminosa.
2 comentarios:
Esto es una mierda, yo estoy harto de heridas, además para dos exámenes que me quedaban siempre aparecen en estas fechas. Porca miseria.
Las heridas de amor...¡Esas si matan!
Sangran y te desangran con dulzura hasta morir con amargura...
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