jueves, 5 de mayo de 2005

A veces me da por pensar.

A veces me da por pensar...


A veces me quedo solo, completamente solo, en un comedor atiborrado de gente atareada y vocinglera. Pongo en marcha la hormigonera de mi cerebro, que amalgama todos los recuerdos y los errores y los escuálidos éxitos. La terrible hormigonera que todo lo puede y te despierta las más de las noches en pesadillas irreconciliables.

Contemplo en mi silencio las caras, los rostros, los cuerpos que, sin quererlo y sólo en mi mente, representan paradigmas de todas las vidas posibles, de todas las vidas que soñé y que, ahora no tengo; que posiblemente jamás tendré.

Y jamás las tendré porque tarde o temprano elegimos. Por voluntad propia, o impelidos por circunstancias, personas o lugares. Jmás hay retorno, jamás hay posibilidad de empezar de cero y vivir de nuevo esas vidas en remotos lugares, con desconocidos rodeándonos y con el sabor metálico de la incertidumbre, del miedo en la punta de la lengua.

O sí se puede, pero somos cobardes, somos incapaces de pagar el precio de tirar por la borda esa vida que ahora llevamos. Todos somos cobardes en nuestro fuero interno.

El tiempo ha pasado y sólo sé que no estoy donde quería estar. Donde estoy no es mal sitio, y quizá hasta me envidie otra ensimimada hormigonera en la otra esquina del comedor. Pero nadie está contento con lo que tiene, ¿no?

"Últimamente ando algo perdido
me han vencido viejos fantasmas
nuevas rutinas

y en cada esquina acecha un ratero
para robarme las alhajas los recuerdos
las felicidades

de un tiempo a esta parte
llego siempre tarde
a todas mis citas

y la vida me parece una fiesta
a la que nadie
se ha molestado en invitarme

de un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto no amarte
no amarte

últimamente ando desconcertado
así que ponte a salvo porque en este estado
ando como loco

y me enamoro de mujeres comprometidas
llenas de abrazos
llenas de mentiras

de un tiempo a esta parte a mi amor propio algo le falta
lo has dejado unos puntos
por debajo del de kafka

y la vida me parece una fiesta
a la que nadie
se ha molestado en invitarme

de un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto me cuesta tanto
no amarte

últimamente planeo una huida
para rehacer mi vida
probablemente en marte

seguro que allí no hay nadie empeñado en aconsejarme
ismael qué te pasa
no estudias no trabajas

y qué vamos a hacerle
si es que últimamente ando algo perdido
si te necesito

si de un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto me cuesta tanto
no amarte

han de venir tiempos mejores
cometeré más errores daré menos explicaciones
y haré nuevas canciones

en las que te cuente como últimamente
son tan frecuentes tristes amaneceres
ahogando mis finales

repetidos cansados
miserables
llenos de soledades

de un tiempo a esta parte
me cuesta tanto tanto tanto me cuesta tanto
no amarte"


I. Serrano. "Últimamente", de su disco La memoria de los peces.


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