Sueños y estrellas
Creo que comenté hace algo de tiempo que, como en medio de fogonazos, se aparecían en mi cabeza recuerdos que creía perdidos. Lo que más me preocupaba era que de momento recordaba nítidamente los sueños que había tenido incluso años antes. Algo se debe de estar rompiendo en mi cabeza.
Entroncando con esto, anoche, en ese insomnio y duermevela que me asalta consuetudinariamente hasta las tres de la mañana, comencé a recordar.
Tengo un sótano repleto de recuerdos. Todos ellos afilados, hirsutos, con aristas que cortan y cercenan cada vez que meto la mano para sacar uno y revivirlo. Tengo muy pocos buenos recuerdos, tengo pocos recuerdos que no duelan lo indecible por las noches. A veces incluso los fabrico, envueltos en algodón para que no duelan, recuerdos vicarios para sobrellevar las noches. Universos paralelos.
Tengo cien mil estrellas como sueños.
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