martes, 10 de enero de 2006

Un día lluvioso que se ha desleído sin más pena ni gloria...
No veo la tele, no oigo la radio, no leo periódicos...Sé que vivo en un país de mierda, egoísta y cainita, con políticos a la altura de las necesidades y una sociedad convertida en masa pegajosa, aborregada e indolente que se deja llevar mientras hay un triste plato de comida en casi todas las mesas, sin aspirara a abrir la ventana y preguntarse si hay algo más allá, si hay un mundo mejor, si otro país es posible.
Tengo conocidos en la política, conocidos que vaticinan que en 8 años este país se desintegra, gracias al estatuto catalán y a Zapatero. Por un lado tengo ganas de que eso pase. Ya esta bien, nos merecemos eso y más; una sociedad que no sólo ha olvidado su pasado y su historia, sino que la manipula impunemente para beneficio de unos pocos, se merece un castigo ejemplar. Aunque me duele porque nada cambiará con todo esto. Esa hipotética caída a los infiernos percutirá irrefragablemente sobra las espaldas de todos los borregos que pastamos sin querer preocuparnos de nada. Todo será igual que siempre. No hemos aprendido nada.
Al final todo es un problema de cultura, ese bien tan escaso y tan prostituido que hemos abandonado, manipulado por gente sin escrúpulos y sin cultura que necesitan de la oscuridad en mentes y corazones para sus turbios, zafios y ramplones propósitos. necesitamos parar ese cículo vicioso. Dejar de admirar y rendir pleitesía a los corruptos y egoístas, limpiar la casa, abrir las ventanas, vaciar la cesta, repleta de manzanas prodridas y volver a llenarla con sangre nueva que todavía no haya renunciado a sus sueños.
Seguramente fracasaría, pero peor sería no intentarlo.

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