miércoles, 30 de agosto de 2006

Es curioso. En la intimidad, cuando tengo algo de tiempo para reflexionar, son muchas las ideas que surgen para ser consignadas adecuadamente en esta bitácora. Pero el momento de la verdad llega y mi mente se queda en blanco. Hoy es el día de la Esperanza, fiesta grande, y estoy yo en la universidad terminando últimos trabajos antes que de nuevo vuelva la monotonía a enseñorearse de mi vida.

Pero qué se le va a hacer. Esperaremos a las musas.

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