Los orcos a quienes perseguimos tomaron prisioneros a dos de mis amigos. En semejantes circunstancias el hombre que no tiene caballo irá a pie y no pedirá permiso para seguir el rastro. Ni contará las cabezas del enemigo salvo con la espada.
lunes, 17 de julio de 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario