viernes, 29 de junio de 2007

501

Esta es la entrada 501 de la bitácora de este largo viaje que nos lleva a ninguna parte. Se me ha pasado el celebrarlo, aunque no soy muy amigo de las celebraciones porque sí. Supongo que las celebraciones se inventaron para romper la monotonía, pero yo estoy muy a gusto con la misma, y no me hace falta celebrar nada.

En estos momentos estoy terminando el examen de mi asignatura, agarrado a mi muleta y esperando el fin de este día. Nada más.

No hay muchos temas; quizá para inspirarme me he leído algunos escritos de Reverte, de esos que escribe en El Semanal y recopila de vez en cuando. Necesito estar en vena para afilar el colmillo.

Ese repaso me ayudó a darme cuenta de que en este país nada cambia con el tiempo, si no es a peor, y que seguimos teniendo la misma patulea ignorante y prepotente en la política, y siguen las dos Españas, no la roja y la nacional como dicen muchos, sino la que venden los políticos y la que vivimos día a día, que no tienen nada que ver.

Estuve tentado de poner aquí la columna de esta semana; no hay que estar ciego para ver que en este país nadie suelta la teta de la vaca, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Yo me quedo, por mi parte, con el asunto de las hipotecas.

Lo tengo a dos bandas. Uno , el Euribor (aka Uribor), que sigue subiendo y va a ir poniendo la soga al cuello a muchos pobres. No me importa nada, en cierto modo me alegro, que cuatro especuladores y 5 constructoras den con sus huesos en el suelo. Los especuladores se hundirán con todo el equipo, las constructoras y promotoras recogerán velas y dejarán a sus tripulaciones a merced de la tormenta mientras huyen a buen puerto. Que a fin de cuentas, cada uno sobrevive como puede, aunque unos más que otros. Pero a todos los pobres a quienes los sujetos supramentados les han vendido un piso miserable a un precio decuplicado, aprovechándose de la vorágine de la situación económica y del efecto aborregador de las masas, ahora se van a ver a las patas de los bancos sin defensa alguna. Y el gobierno, o los políticos o quien coño sea responsable de velar por el buen orden de la sociedad, sin hacer nada y permitiendo que banqueros, políticos, burócratas y concejales siguieran poniendo el cazo y compartiendo beneficios con los piratas del ladrillo, a sabiendas de que al final todo lo paga pocarropa. Pero cuervo no come cuervo, como dice Reverte, y así nos va.

Y dos. me llega una carta de Bancaja (si no es bueno para ti, no lo es para nosotros, pero sólo ahora que le veían las orejas al lobo. Hasta entonces, a robar a dos manos. Ahora, igual, pero de otra forma). Según una ley que entra en vigor en marzo, ahora están obligados a no redondear las hipotecas (manda huevos que haya que sacar leyes para obligar a que se haga lo justo, en lugar de castigar lo injusto). Y bueno, mi interés era del 4,26% y lo redondeaban al 4,50%, y ahora, como son tan cojonudos, me devuelven de marzo aquí los intereses de más. No sé si alguien me puede dar una razón para que no coja la escopeta y dos cajas de cartuchos y deje la oficina de Bancaja hecha una sucursal de Puerrto Hurraco. Aunque esos empleaduchos no tienen la culpa. A fin de cuenta no son más que mierdecillas que, eso sí, se escudan en que son unos mandados para seguir regocijándose en la injusticia, hipotecaria o no. Los que de verdad se merecen un cartucho de postas a bocajarro nunca lo reciben salvo en contadas excepciones, y ésos siempre triunfan.

Niños: el mal siempre triunfa y el bien se las pasa putas para llegar a fin de mes. Vosotros mismos.

jueves, 28 de junio de 2007

Me hago viejo

Ya me acerco a los 40 y aún no me lo creo. Me sigo sintiendo como si tuviese 25 años, y me atrevo a afirmar que en mi fuero interno siempre seré un niño soñador. Pero jugando al futbito los años no pasan en balde.

Así que aquí estoy, cojo, con muletas, aguantando hasta el lunes para ir al médico por el dichoso examen de la asignatura. Días de reposo, vino y rosas.

Además, la inactividad en casa no me deja hacer nada, no me apetece nada nada. Estoy cansado y, en cierto modo, feliz. Feliz en la ignorancia y en la resignación. Como los tontos felices, qué lástima.

Prometo escribir más, pero el ser tonto feliz lo pone difícil.

P.D.: Ganamos el trofeo de futbito, aunque no creo que eso hace que la lesión valga la pena. A saber, rotura fibrilar en el gemelo izquierdo. Yo, que siempre me he opuesto al deporte. Aunque esto no era del todo deporte. Hay gente a la que no se le dice que no, aunque sea para ir al infierno, o al futbito.

jueves, 21 de junio de 2007

Paisajes oníricos

Mis suelos, ya lo he comentado alguna vez, son espectaculares. Y cada vez van cogiendo más nivel. Hoy leía un periódico en sueños en el que aparecía un artículo titulado algo así como "Los gobiernos de tipo Matrix", al que le acompañaba una foto barroca de una especie de congreso de diputados estelar, muy en la línea de Starship Titanic. Una lástima, porque cuando iba a leerlo mi hijo, que nos está dando los tres días del cóndor, me ha despertado.

Tipo Matrix. Donde nos venden una realidad que no existe, y siguen empeñados en demostrarla, cuando el día a día te revela, con continuos "dejà-vu", que la realidad "real" es bastante más cochambrosa y ramplona, y a fin de cuentas seguimos viviendo en ella.

Me gusta el universo de mis sueños. Mi Matrix particular, indolora, inodora, incolora e insípida.

lunes, 18 de junio de 2007

Estos días/These days



Estos días, Enrique Urquijo.

He estado viajando,
casi no estoy hablando estos días,
estos días.
En estos días recordé
las cosas que de ti olvidé y fallé,
y en el tiempo que desperdicié.

Y tuve una amante,
es difícil arriesgarte estos días,
estos días.
Y sigo rodando otra vez,
algo irá mejorando estos días,
estos días.

Un día de estos me sentaré
en una esquina y luego contaré
hasta diez.
No me enfrentes mis fracasos,
aún no los olvidé.
Si crees que tengo miedo de
vivir la vida que antes canté,
sólo estoy cansado de perder siempre.

These days, Jackson Browne

Well Ive been out walking
I dont do that much talking these days
These days--
These days I seem to think a lot
About the things that I forgot to do
For you
And all the times I had the chance to

And I had a lover
Its so hard to risk another these days
These days--
Now if I seem to be afraid
To live the life I have made in song
Well its just that Ive been losing so long

Ill keep on moving
Things are bound to be improving these days
These days--
These days I sit on corner stones
And count the time in quarter tones to ten, my friend
Dont confront me with my failures
I had not forgotten them

Vulnerant omnes, ultima necat ( o "aguantando el tirón")

Mi particular personalidad oscila entre un moderado optimismo y un moderado pesimismo, creo que sin dejar que me dominen, pero sí me atormentan de vez en cuando.

Y hoy, para variar ( o para no variar), es uno de esos días en que te preguntas qué coño has hecho mal. Cómo hay gente que parece que ha caído de pie, con su vida perfecta y envidiable para mí, mientras yo me esfuerzo a mi manera (errónea, por supuesto) y no salgo del marasmo que me ahoga todos los días, unos más que otros.

Y todo son heridas sobre heridas, infinitas laceraciones que me enervan y que me hieren fieras, esperando la última que mata.

Como todos y cada uno de los que leéis esta bitácora, no nos queda sino aguantar el tirón mientras podamos, porque cuando ya no lo podamos aguantar sólo quedará la venida de la parca. Es lo malo que tiene la vida: te obliga a vivirla día a día. No puedes vivirla una semana y tomarte otra de descanso, y pasar de ella y descansar. pero no, el tirón hay que aguantarlo todos y cada uno de los días, las heridas hieren todas, no nos queda sino esperar la última, la que nos mate.

Lo único que nos queda es la inccertidumbre, la esperanzadora incertidumbre de cuándo no llegará la últime herida, la herida mortal y luminosa.

martes, 12 de junio de 2007

España va bien...

...y el extranjero no veas.

Nos preocupamos por lo que toca, siendo luz de occidente y guía en los tiempos que le toca vivir a la humanidad.

Porque nuestros políticos ya han arreglado la corrupción, la política y su electroencefalograma plano, la educación, la sanidad, las infraestructuras, el medio ambiente, la investigación, los salarios, la justicia, somos una superpotencia económica, científica, intelectual y deportiva, etc.

Así que pongamos caras de mujer en los euros, que no se me ocurre cómo un país ha podido estar 150 años sin hacerlo. Lo estaba deseando, porque no tengo más problemas ni más aspiraciones legítimas en mi vida.

De los políticos me guarde Dios, que de mis problemas me guardo yo. Decididamente, me quiero largar de este país.

lunes, 11 de junio de 2007

Cuando fuimos los mejores, cuando éramos reyes

Tras la vorágine de Youtube que me asaltó el fin de semana, volvemos a las trincheras. Estas dos canciones me traen recuerdos, evocaciones, aunque sólo sus títulos. La letra de ambas canciones no me dice nada.

No recuerdo si alguna vez fui el mejor, si alguna vez fui rey. Nunca en el sentido de esas cancioines, y dejé mi juventud languidecer sin las locuras preceptivas que ahora me faltan como aire para respirar. Aunque lo que más lamento es que personal y profesionalmente (la parte profesional que atañe a mi persona) nunca fui el mejor, nunca fui rey, nunca acabé por sentirme a gusto con lo que hacía, aunque hay serios indicios de que no lo hice mal del todo.

Aun así, cualquier tiempo pasado fue mejor, y a uno le gusta recordar esos tiempos en que, en aquel momento y aquel lugar, desde la distancia que ahora dan Cronos y mi particular dios de los locos, en aquellos momentos éramos rematadamente buenos.

domingo, 10 de junio de 2007

Cambalache

Cuando éramos reyes

Cuando fuimos los mejores


Déjame soñar

Cansado ya de un siglo de oscuridad,
de un mundo al revés que no sabe a dónde va.

Más allá del mal y del bien quiero olvidar la realidad,
deja de llorar, quiero soñar.

Me aburre que en esta ciudad sea siempre carnaval,
en un viejo y loco tren camino del fracaso otra vez,
del laberinto al trece, más allá del mal y del bien,
deja de llorar, déjame soñar.

Ya no puedo más, callarme por no gritar,
en la ruleta rusa caer si la verdad es un sueño tal vez
sin nada que perder más allá del mal y del bien,
déjame soñar, no llores más.

Déjame soñar, deja de llorar.
Déjame soñar, deja de llorar.
Déjame soñar, deja de llorar.
Déjame soñar, deja de llorar.
Uh, uh ..

Los Secretos

Déjame soñar - Los Secretos

sábado, 9 de junio de 2007

Hay veces que uno se desmoraliza. No es que sea el más listo ni el más guapo, y podría hacerlo todo muchísimo mejor. Pero te das cuenta de que otros, simplemente por lamer culos, patear pasillos y hacer la pelota, llegan mucho más lejos que tú, mucho antes y con mucho menos esfuerzo. Y encima siempre están mejor considerados que tú.

Y os juro que lo intento. Que intento hacerlo razonablemente, ver las maravillas del mundo sin derramar el aceite de mi cucharilla, caminar en la cuerda floja con mis aleatorias excursiones al otro lado. Pero cada vez estoy más atrás, con menos fuerza, con menos motivación.

Es curioso, porque cuando le va la vida en ello, cuando de verdad hay que sacar castañas del fuego, todos esos figuras buscan a gente normal, resuelta y eficiente, que hagan su labor, su trabajo sucio sin descollar y luego desparezcan. Señor Lobo.

Uno no puede dejar de pensar si en realidad no está equivocado, y hay que anteponer el egoísmo antes de todo porque el resto del mundo será egoísta contigo, como decía Maquiavelo.

PD. Tengo una comunión familiar próxima, donde los nuevos ricos imponen su ley. Y todo lo dicho arriba se aplica perfectamente a la familia, qué triste.

miércoles, 6 de junio de 2007

Maquiavelo

Decía este hombre en "El príncipe" que siempre hay que tomar partido por alguna facción o bandería. Pues siempre tendrás el apoyo de alguien, en el éxito o incluso la desgracia. Pero ay de aquellos que no toman partido por nadie, pues nunca se ven favorecidos por nadie. Es más, siempre se ven perjudicados por todos.

Yo, que siempre he sido y soy solitario por naturaleza, sufro mucho de esta máxima (y de otras). Y no sé a quién me gustaría tener a mi lado, si a hombres justos o a hombres poderosos. Creo que prefiero tener a mi lado a personas justas, pero poco tienen que hacer éstas cuando los poderosos barren lo humano y lo divino para su beneficio, y pocos hombres justos han tenido poder. Quizá porque, como dice Maquiavelo, todo el mundo falta a su palabra (o, cómo dice House, todo el mundo miente). Así que los hombres justos no pueden sino ser palomas entre serpientes...

viernes, 1 de junio de 2007

Me quiero ir. Quiero ser feliz. Quiero alejarme, poner tierra y mar de por medio para con mis errores. Quiero nuevos amaneceres brumosos, quiero años que desgranar, casi malgastar lentamente cuidando de mí y de los míos. Quiero olvidar las preocupaciones y ser uno más, sin sombra y sin espejo.

Ahora sí

Ya he acabado mis clases, hoy y a esta hora, por este curso.

Quedan tutorías, exámenes, cursillos, pero ya todo ha acabado, al menos moralmente. El hecho de que al curso que viene no repita ni una sola asignatura es una especie de catarsis, una aventura, un reto. Una puesta a cero que ahora anhelo.

Qué ganas tengo de jubilarme...