miércoles, 31 de enero de 2007

Nieve

Esto es lo que entendemos por "ir a la nieve"




lunes, 29 de enero de 2007

Lunes

Con la habilitación llamando a las puertas de Roma, mientras yo taño la lira y tres hermosas concubinas ligeras de ropa me dan uva.

¡Qué pocas ganas de todo! Pero sigamos, buscando un norte, aunque falso, hacia el que dirigirnos. Luchemos por llegar a algún sitio.

El sábado fuimos a ver la nieve, ya os contaré cuál es mi concepto de ver lanieve y os mostraré afotos.

jueves, 25 de enero de 2007

Egocentrismo

Siempre hablo de mí. De lo mal que estoy y de lo buen chico que soy y de la mala suerte que tengo y de cuánto me merezco todo. Es mi blog, así que no es extraño hablar de mí y de mi consecuencia. Pero a veces me suena a egoísmo rancio.

Hay mucha gente por ahí peor que yo. Con menos sueldo, sin casa, sin trabajo, con problemas serios. Problemas serios. Una vez alguien, de quien me enamoré locamente por cierto, me dijo que todos los problemas personales eran igual de importantes para cada persona. Desde fuera nos pueden parecer nimios o infantiles, pero para cada uno de nosotros nuestros problemas son complejos, dolorosos e irresolubles.

Hoy no hablo de mí. Hoy recuerdo y reconozco a toda esa gente con sus problemas, que está mejor o peor que yo, pero con problemas igual de importantes, igual de lacerantes.

Por cierto, ¿qué será de aquella mujer por la que me escapé a Madrid y me descubrió al Señor de los Anillos? Hacía mucho, muchísimo, que no la recordaba.

lunes, 22 de enero de 2007

El tiempo infinito...

que se extiende y se desliza y lo perdemos y nos pierde para siempre

Los acantilados de la locura

En este día no laborable me dedico a cerrar vías de agua. Un poco a mi empresa, un poco a descansar. Ya estoy cansado de atormentarme, pero esta vez voy a hacer algo para cmabiar mi rumbo. Hoy empieza una nueva etapa, el camino hacia la última frontera.

El pasado jueves fui a presentar documentación para aspirar a ser funcionario alguna vez. Hay 20 plazas para 63 personas, algo que, fríamente, parece hasta razonable. Lo sería si fuese justo, si diez o doce plazas no estuviesen ya asignadas. Aún así, tengo ganas de lanzarme y pelear y darme de bruces una vez más contra el duro suelo. Parece que al final de la corrida me está yendo lo de la mala vida.

En realidad lo que está ocurriendo es que me estoy cansando de esta mediocridad, de este infinito fracaso que arrastro y me arrastra; me he cansado de perder y quiero ganar una vez, sentir ese sabor extraño y desconocido en la boca o en los dedos. Ahora, nadie sabe por qué, me han entrado ganas de pelear. Ya veremos cuánto me dura.

Quedan tres semanas para que empiecen todas mis clases, para que el tiempo libre se reduzca aún más, pero estoy dispuesto a sacrificarme algo más, a marchar, bandera al viento, en la dirección que uno debe marchar, aunque sea hacia la derrota. Decidido, orgulloso, suicida. Redoblando más fuerte los tambores.

Y en esta vorágine de buen rollito y esperanza a raudales voy a pedirle cuentas a los políticos. Ya me he hartado de ellos. Me he hartado de mantener con mi esfuerzo y con el de 40 millones de desharrapados como yo a toda esa patulea de políticos, banqueros, constructores y demás; no sólo mantenerlos, tratarlos a cuerpo de rey. Voy a intentarlo. Es mi deber y mi espíritu llamar a los corazones y conciencias de la gente, casi aborregada ya pero harta en el tuétano de sus huesos; es mi deseo exigir justicia y que los demás me ayuden. Voy a hacerlo, pronto y calladamente, hasta que mi voz resuene en el último rincón de esta desgraciada tierra.

Mañana, más.

Ahora he leído: Oveja Mansa. Leyendo: Cronopaisajes e Hyperion
Ahora escuchando: El canal celta de radioAmedida

martes, 16 de enero de 2007

De tanto que lo intenté

Todo está ya casi terminado. El jueves iré a presentar la documentación a Barcelona, otra vez más a arrastrar mi derrota por esta superficie marciana. Sin contar con la granizada que sigue arreciando fuera.

Esta semana necesito centrarme, así que supongo que no habrá encendidas diatribas ni apasionadas defensas o denuestos. Supongo que la semana que viene estaré más inspirado y os contaré una ideas con dos caras que ronda por mi cabeza.

Nos vemos.

Ahora escuchando el canal celta de radioAmedida.
Ahora leyendo Ilion de Dan Simmons

lunes, 15 de enero de 2007

El largo camino de retorno a casa

Ha sido un fin de semana, otro, para olvidar. Pero vamos a lo que nos ocupa.
Me ha llamado mucho la atención esos insignes políticos que discutían de galgos y podencos acerca de los lemas de las manifestaciones contra el terrorismo. A todos nos ha parecido bien, o hemos hecho caso omiso, pero hemos seguido permitiendo que esto pase. Sólo los ecuatorianos, que vienen de un país con peores condiciones económicas, sociales y políticas, se han quedado con cara de tontos pensando: están locos estos gilipollas.
No nos damos cuenta, los que vienen de fuera sí, pero estamos completamente locos, completamente idos, viviendo ajenos a la realidad. Tengo dos ideas que se pondrán en marcha y cambiaremos todo esto.
Hoy estoy raro y se me ha ido todo de la cabeza. Perdonadme
PD. Estamos en Blogger2

miércoles, 10 de enero de 2007

La magia de los números

Estoy imprimiendo las 7 copias, número mágico donde los haya, de mi primera habilitación. Voy a caballo de todo lo que hice para la plaza de contratado doctor, por lo que en cuatro días voy a tener toda la documentación. Son más de 400 páginas, que tardan 35 minutos en imprimirse: me voy a pasar toda la tarde.

Ya dije ayer que hacía todo esto sin convicción. Os explico cómo funciona esto de la habilitación. Hay 20 plazas de habilitados a concurso. El que la saca está habilitado para ser titular, y puede presentarse posteriormente a una plaza de titular. Esta convocatoria la han firmado 150 personas, de las que calculo que se presentará unas 80 ó 90. El tribunal son siete catedráticos de siete universidades, y dan su voto positivo o negativo a cada uno de los candidatos. No se basan, por mucho que digan, en los méritos o el curriculum: son criterios personales. Por tanto, salen aquellos que ellos quieren o conocen. Yo no conozco a nadie en el tribunal y mis méritos son modestos, así que soy parte de la casquería de la habilitación, figurante, soldadito de infantería.

Me presento por orgullo torero, por decir al mundo y a quien quiera enterarse que estoy ahí, totalmente decidido a prestar batalla, aun cuando no creo en la vicoria, y con todo voy a dejarme hacer picadillo, empeñando esta vez poco caudal (gracias a amigos como Emilio y a gente que te encuentras en el camino como Pepe Jordán) y menos ilusión.
Pero no puedo dejar de pensar en el desgaste infinito que uno sufre, como ahora Alfredo, y hasta qué punto todo o nada vale la pena. Cuándo debe decir uno que ya ha apostado bastante y es hora de volver a casa.

martes, 9 de enero de 2007

Winnie Cooper

"Se peinaba a lo garçon..."
Despertarse obsesionado con una canción ("De haberlo sabido", Quique González), tras una noche incierta de pesadillas y carreras por los recovecos del alma, huyendo de lo que corre dentro de ti, con la enervante certeza de que todo está perdido.

Ahora preparo mi habilitación, otra vez sin esperanza ni voluntad, sólo por vergüenza torera pero sin convencimiento alguno. Lo que es una garantía segura para la derrota, lo sé hasta el tuétano de mis huesos, pero qué se le va a hacer. Es la vida, como dijo Gardel.

Pero cada vez tengo más ganas de abandonar. De abandonarlo todo. Cada vez encuentro menos razones para todo, menos fuerzas para luchar, menos ímpetu. Todo se está acabando y languideciendo. Debe de ser inmadurez, supongo que es la vida, real y descarnada, que está a mis espaldas royéndome los calcañares fiera, como a todos, y yo lo llevo cada vez con menos dignidad. A todo el mundo le pasa lo mismo. Si no, mi desgracia es aún mayor.

Por eso, quizá y espero que sea sólo por eso, cada día todos los sueños abandonados pesan más. Tanto, que me arrastran irremisiblemente hacia el abismo y tengo que recurrir a mis drogas particulares, a evadirme de una realidad que me azota día tras día y que yo me empeño en no aceptar.

Por eso, cuando ves uno de tus sueños tan cerca y te das cuenta de lo lejos que estás, no puedes sino sumirte en la melancolía.

Pero, por desgracia, no queda sino batirse. Hoy por hoy, rendirse es un canto de sirena.